El método Dalcroze

Émile Jacques-Dalcroze (1865-1950) fue un compositor, músico y pedagogo suizo. Comenzó su carrera como pedagogo en el Conservatorio de Música de Ginebra en 1892, donde él enseñó armonía y solfeo. Fue en sus cursos de solfeo donde empezó a probar muchas de sus influencias e ideas pedagógicas revolucionarias.

Este pedagogo se oponía al aprendizaje mecánico de la música. Con el fin de ayudar a sus alumnos en el estudio del ritmo, este pedagogo creó la rítmica Dalcroze, una metodología multidisciplinaria de enseñanza de la música basada en el movimiento y el ritmo, cuestiones que hasta el momento no se tenían en cuenta.

Dalcroze comenzó en Ginebra a inventar una serie de ejercicios para mitigar la carencia de musicalidad y arritmia que encontró en sus alumnos y para para procurar desarrollarles el sentido auditivo y rítmico. Además de ello, propuso que antes de aprender a leer partituras, o de interpretar la música, los alumnos debían aprender a sentir y moverse con ella. Por eso, buscó un aula grande, con pelotas, aros y espejos y pidió a sus alumnos que se descalzaran y se movieran por la clase al ritmo del piano.

Este fue el inicio de una serie de ejercicios que les planteaba, en los que el cuerpo era su principal instrumento musical.

Este método es el origen de los posteriores métodos activos de enseñanza musical actuales, ya que influyó de un modo decisivo en la pedagogía musical, además de en la danza, y sirvió como base para un uso reeducativo innovador.

A través de este método se trabajan aspectos de la música mediante el movimiento corporal, valiéndose del desarrollo del oído y del ritmo para su aprendizaje. Gran variedad de movimientos se usan para conceptos musicales, para desarrollar un sentido integrado y natural de la expresión musical. La influencia de la rítmica puede ser vista en la pedagogía del método Orff, común en la educación musical en escuelas públicas de los Estados Unidos.

La filosofía Dalcroziana tiene como objetivo desarrollar el oído interno, y la relación consciente en mente y cuerpo para así lograr ejercer un control durante la actividad musical.


Para el logro de estos objetivos, el método Dalcroze trabaja tres aspectos de la formación musical que están muy relacionados entre sí: la euritmia (buen ritmo), el lenguaje musical (solfeo) y la improvisación.

A modo de resumen, cabe destacar que la propuesta de Dalcroze era integrar todo el cuerpo en el proceso de aprendizaje musical, es decir, unificar sentimientos, movimiento, tiempo y espacio para ayudar al alumno a aprender de forma más segura y rápida.

“Vivenciar los aspectos musicales, es la mejor manera de comprender este lenguaje”.

Post realizado por: Antonio Jesús

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